El Mercado Agrícola de Montevideo es uno de los paseos preferidos de quienes visitan Montevideo, por lo que en este artículo te cuento mi visión sobre el MAM.
El Mercado Agrícola de Montevideo al que generalmente se hace referencia como MAM es un mercado que tenés que visitar en tu viaje a Montevideo. El MAM es un paseo muy bonito para quienes llegan a Montevideo con ganas de visitar lugares turísticos, sin embargo en mi forma de sentir Montevideo creo que es un paseo vacío en esencia.
¿Es un Mercado Agrícola?
Es un mercado más turístico que agrícola. Este mercado es todo lo opuesto a lo que puede ser un típico mercado, como es el Mercado La Vega en Santiago de Chile.
El MAM es un mercado con tiendas que venden a un precio que no es el usual en los mercados barriales, por lo que no vayas esperando precios populares. En el MAM hay algunas tiendas de frutas y verduras aunque se caracteriza por tener una fuerte oferta de servicios que incluyen redes de cobranza, venta de teléfonos celulares y restaurantes.
¿Cómo ir al Mercado Agrícola?
Si te tomás el ómnibus turístico de Montevideo, te bajás en la puerta.
Creo que la mejor experiencia es tomarse un ómnibus hasta el Palacio Legislativo y luego caminar las varias cuadras que los separan. Te aseguro que si te alejás una cuadra del mercado vas a ver una ciudad muy distinta a esa ciudad perfecta de personas felices comprando en el mercado.
Hay varias puertas de acceso al MAM, pero podés tomar como dirección de referencia: José L. Terra 2220, entre Martín García y Dr. Juan José de Amézaga. El barrio en el que está ubicado el MAM se llama Goes.
¿Qué hacer en el MAM?
Fundamentalmente el MAM Es un lugar para ir a comer o comprar productos naturales. Dentro del MAM recomiendo que visites Los Naranjos debido a que tienen una buena oferta de productos naturales envasados y los venden a un precio sensato. También es una buena idea tomar un café en la clásica cafetería El Palacio del Café y comprar una tortafrita típica en el local Pasteles Punta.
El MAM es un excelente lugar para tomar fotografías debido a que la seguridad es muy buena dentro del mercado y su arquitectura que data de comienzos de siglo XX ha sido recuperada plenamente.
Lo que no te recomiendo es almorzar o cenar en el mercado porque puede ser una de las experiencias más estresantes que tengas en tus vacaciones. Los precios no son baratos y encontrar una mesa libre puede ser una verdadera batalla, especialmente durante los fines de semana.
